Injusto
Son muchas las ocasiones en las que he articulado juntas las palabras QUÉ INJUSTO ES EL FÚTBOL, y esta semana nuevamente, hablando con unos amigos, las he vuelto a pronunciar. Me ocurrió nada más echar un vistazo a la clasificación ayer lunes, y observar la parte alta de la tabla. ¡Qué injusto es el fútbol!
Me refiero a la distancia que separa a un equipo que juega de cine, a otro que partido tras partido sigue mostrando una cara más que tristona y un juego más que rácano. Hablo de Barça y de Madrid. Los unos apelando a la velocidad y a la creación, los otros al coraje y a la garra. Unos ganando con sufieciencia, los otros pasándolas... ¡putas!. Pero, a dos puntos.
El Barça es el equipo por el momento que mejor está jugando. No solamente por números, que son también espectaculares. 34 goles a favor y 8 en contra en 10 partidos, teniendo en cuenta que comenzó sin meterle ni uno al Numancia y enchufándole solamente uno, y de penalty, al Racing.
A partir de ahí, Pep Guardiola ha encarrilado bien a sus pupilos, y salvo el descanso que se tomó en el encuentro de Champions ante el Basilea, ha pegado un buen memeno a muchos de sus contrincantes. Eso sí, fanfarronear un poco ya que el Athletic solamente encajó un 0-1 ante ellos. Una derrota ante numantinos y un empate ante racinguistas que desembocaron en 8 victorias consecutivas.
Pero a lo que yo me refería es que una vez más al Barça le cuesta despegarse del Madrid, pese a que su juego es infinitamente superior. Al menos eso creo. Y no está pasando este año, sino que por ejemplo las dos últimas temporadas ha ocurrido. El Barça ha de jugar bien para ganar, sino pincha, el Madrid no lo necesita. ¿Calidad o suerte?
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