martes, 18 de noviembre de 2008

Me gustan los martes

Actitud ante el deporte

Últimamente están saliendo en los medios noticias sobre agresiones a árbitros. La primera que me viene a la memoria es la del colegiado de A Coruña que en el descanso de un partido de categoría Preferente fue amenazado con ¡un revólver!.

Poco antes, fue en Segunda División donde un jugador del Real Murcia se encaró con el árbitro del partido colocando su frente contra la suya y empujándole.

Y por último, no hace mucho salió un vídeo de un encuentro de Hockey sobre hielo en el que un jugador le da un cabezazo al árbitro con el casco puesto, provocándole una hemorragia en la cara.

Por tanto, se puede observar que todavía queda por el mundo mucha gente sin civilizar. Personas que acuden a ver espectáculos deportivos, principalmente fútbol, con el único objetivo de aliviar sus tensiones, y lo hacen de una de las forma más ruines posible: las injurias y las amenazas.

La lucha del árbitro ante esto la encabeza un compañero andaluz, el caballero Ángel Andrés Jiménez Bonillo, el cual se hace llamar el "Árbitro de la Paz". Imagino que a estas alturas todos conocéis su iniciativa. El que no sepa, no tiene más que buscar en Youtube algún vídeo acerca de sus actuaciones sobre el campo.

Es un problema, como él manifiesta, que comienza en edades cada vez más tempranas, como el botellón. Es en el fútbol base donde se inician estas deleznables actuaciones, encabezadas sobre todo por padres encolerizados y cegados por la subjetividad. A mí me daría vergüenza como padre escuchar una y otra vez la frase de: "la culpa la tienen los padres, que calientan al partido y a los niños".

Trasteando por la red, he encontrado un texto escrito por un niño, en este caso jugador de waterpolo, avergonzado por su propio padre. Me ha resultado curioso, y es complicado, pero creo que es una forma de comenzar a mitigar estas actuaciones violentas en los recintos deportivos, que no son otra cosa que lugares de ocio. Os lo dejo a continuación:

¿Pero, qué estás haciendo?

No sé como decírtelo. Seguramente crees que lo que haces es por mi bien, pero no puedo evitar sentirme extraño, molesto, y mal. Me llevaste a la piscina cuando todavía no iba al colegio y más tarde me apuntaste al club. Me gusta entrenar durante la semana, hacer bromas con los compañeros y jugar el fin de semana, como lo hacen los equipos grandes. Pero cuando vas a los partidos.... No sé....

Ya no es como antes. Ahora no me das un golpecito en la espalda como cuando acababa el partido, no me invitas a un bocadillo. Vas a la grada pensando que todos son enemigos. Insultas a los árbitros, a los entrenadores, a los jugadores y a los otros padres... ¿Por qué has cambiado?.

Creo que padeces y no lo entiendo. Me repites que yo soy el mejor, que los otros no valen nada a mi lado, que quien diga lo contrario se equivoca, que solo vale ganar. ¿Que por qué fallé un gol tan fácil?.

Creo que piensas que soy como cualquier jugador de la selección española... y no te das cuenta de mi corta edad.

Aquel entrenador que dices que es un inepto, es mi amigo, el que me enseñó a divertirme jugando. El chico que el otro día salió en mi lugar.... ¿te acuerdas? Sí, hombre, aquel al que estuviste toda la tarde chillando porque no servía ni para llevar la mochila, como tu dices; este va a mi clase, cuando lo vi el lunes, sentí vergüenza.

No quisiera desapasionarte. A veces pienso que no tengo suficiente calidad, que no llegaré a ser profesional y a ganar dinero. Me acaparas. He llegado incluso a pensar en dejarlo.... ¡¡¡ Pero me gusta tanto !!!

POR FAVOR, NO ME OBLIGUES A DECIRTE QUE NO ME VENGAS A VER JUGAR.....

3 comentarios:

Gabri dijo...

Y hace unas semanas a un compañero mío también lo agredieron en 1ª provincial.
AQUÍ

Me ha gustado la carta, se ve que es un niño inteligente (y el padre un burro).

Anónimo dijo...

A ver si lo leen muchas padres y aprender una buena lección. Es una realidad y es muy triste.

Dani Navedo dijo...

Y lo del árbitro que fue amenazado con un revolver?? Es imperdonable...

Un saludo.