Me gustan los martes

El salivazo


Sí, yo también lo creo. Opino que el escupitajo es una de las formas más ruines que tiene el hombre de manifestarse. Fuera de las palabras soeces y desafortunadas, después, aparece el modo sucio de expresión que es el salivazo.

Y nuevamente sale a la luz de la mano de uno de los tres mejores jugadores del mundo, Lionel Messi. Ya hablamos de él mucho con el tema de los Juegos Olímpicos de Pekín, pero ahora nuevamente aparece en la opinión pública su nombre, como consecuencia de una desagradable e inoportuna acción.

El pasado sábado, en el campo malagueño de La Rosaleda el argentino propinó un salivazo a uno de sus adversarios, Duda para ser más concretos. Éste ni reacciona, por lo que se presupone que no impacta en él. Pero la gravedad del asunto viene en acción, la cual hubiera pasado completamente desapercibida si no hubiera sido por el gran hacer de las cámaras de televisión.

Unas cámaras que han hecho mucho bien para el fútbol. ¿Se acuerdan de las ostias y de las artimañas que se producían tiempos atrás en los campos de juego? He llegado a oír que los clubes europeos se negaron a jugar la final de la Intercontinental por miedo al juego sucio de los equipos argentinos. Pues bien, la instalación de las numerosas ópticas hace que los jugadores se corten mucho más por miedo a ser descubiertos.

Sin embargo vemos que no es suficiente. A mí esto me ha recordado al desagradable suceso que ocurrió hace dos/tres temporadas, no recuerdo bien, en el Camp Nou, en un Barça-Athletic, cuando Samuel Eto´o escupió a un jugador rojiblanco.

Entonces el camerunés no fue sancionado, y ahora imagino que tampoco. No está recogido en acta y yo estoy en contra de la actuación de oficio solamente en algunos casos. O siempre, o nunca, y como ahora se hace sólo a veces, estoy en desacuerdo. Por todo ello, creo que lo que el argentino debería hacer es pedir disculpas. Al menos eso. Un jugador que generalmente es el que recibe y que nunca tiene un mal gesto. Patadón recibido, y a jugar.

Seguramente le picaron, pero este referente futbolístico para muchos niños, debe ser ahora un caballero fuera del terreno de juego, y comportarse como lo que es, uno de los mejores futbolistas del mundo.


P.D.: Ayer no publiqué mi artículo sobre el análisis arbitral, ya que creo que pese a las suspicacias y manos negras que se han levantado las últimas jornadas, los arbitrajes fueron muy buenos y los colegiados pasaron prácticamente desapercibidos.

Y una prueba más para los que critican a los árbitros españoles, decir que en esta jornada de Champions que se nos avecina, son tres los árbitros nuestros que intervendrán. Medina Cantalejo en Roma, Undiano Mallenco en Florencia, y Mejuto González en Lyon. Enhorabuena y a salirse.