Historias de una final

Felicidades al Valencia, que se ha impuesto en la final de Copa por 3-1 al Getafe. Parece que los grandes equipos se mueven con el espiritu de su leyenda, ya que después de un año nefasto, este título le dará un pequeño resquicio donde descansar. Parece que tenerlo todo en contra, ha sido la solución.

Un partido en el que salió enchufadísimo y en 10 minutos lo tenía con 2-0. Los grandes equipos están más hechos a las finales, ya que en sus filas se encuentran jugadores acostumbrados a jugarlas. Y eso se nota. Mirad Morientes, con finales de Champions a sus espaldas.

Pero felicidades también al Getafe y a su aficion, que no es que le falten títulos, sino tiempo para ganarlos. Espero que no caduquen en un corto periodo de tiempo. Es en grandes noches como ésta, y la del Bayern, y la de hace un año ante el Sevilla, donde se contruyen los éxitos del mañana. Porque las deudas se pagan. El único secreto está en la fecha. Son palos que se necesitan para empezar a ganar, como así pensarían los alemanes cuando el Manchester les arrebató en el Camp Nou una champions que ya acariciaban.

El Getafe quedará siempre en nuestro corazón. Un equipo que llegó a la élite sin enemigos, y que después de las aventuras, siguen sin tenerlos, y ahora, encima, acumulan detrás a una multitud, que parece estar comandada por el Rey.

Por cierto, partido muy duro para Undiano Mallenco. Lo sacó con muchas dificultades, y con no pocas tarjetas: 9 amarillas y 1 roja. La jugada más importante quizás fue la del penalty. El navarro parece que iba a premiar al getafense por simulación, pero allá estaba Fermín, que con acierto ayudó a su compañero. Felicidades a todos ellos.

Grandes risas me eché cuando J.J. Santos dijo al comienzo del segundo tiempo: "Undiano ha decidido mantener a los asistentes en la misma banda que en la primera parte, ya que como sabeís, tiene la potestad de cambiarlos".