Como ya comentaba el pasado viernes, este fin de semana se disputaba en Zaragoza la 43ª edición del campeonato Amigos del Arbitraje, en la que durante un fin de semana cuatro colectivos arbitrales de distintas provincias (Vizcaya, Lleida, Zaragoza y Pamplona) se reunen para jugar un torneo y compartir unas horas maravillosas. Es el colofón a una larga temporada que, ahora, dará pie a alegrías y tristezas en forma de ascensos y descensos.
Este año le ha correspondido la organización a la Asociación de Amigos del Arbitraje de Zaragoza, por lo que la fiesta fue allí. La expedición vizcaína llegaría el mismo sábado a la hora de comer. Cierto es que trece compañeros se adelantaron un día para aprovechar al máximo estas jornadas de asueto. El Pilar fue un estupendo lugar para el reencuentro. Ya estábamos todos.
Una comida ligerita, una visita por nuestro hotel para dejar las cosas, y camino para las instalaciones deportivas. Nos esperaba el cura de las instalaciones (tienen hasta ermita propia) para llevar a cabo una ofrenda floral a la Virgen de El Pilar. En principio ese sería el momento donde nos íbamos a reunir todos los equipos, pero la mala fortuna de los de Lleida, a los que se les estropeó el autobús, lo impidió. Por tanto, el acto comenzó con la presencia de maños, vizcaínos y pamploneses.
Aitor Villate y Félix Lancho serían los encargados de depositar el ramo en nombre del Comité vizcaíno.
Una foto general con el sacerdote y los componentes del resto de equipos.
Una vez llevadas a cabo las formalidades, comenzaba lo bueno, esto es, el fútbol. Como imaginábamos, nos tocaría enfrentarnos al Comité de Árbitros de Navarra, y a la peor hora, las 18.30, por el calor reinante. Choque de trenes para empezar ya que aún se guardaban "afectos" de campeonatos pasados. Pero lo que ellos no sabían es que Vizcaya este año llevaba consigo un gran grupo, un gran colectivo, que al más puro estilo selección nacional, sea española o brasileña, ya comenzó a ganar el partido desde el autobús.
En el campo el encuentro se decidiría rápido. Un 3-0 sin paliativos que llevó a los vizcaínos a la final. Se venció a un conjunto con caras conocidas como el colegiado de Segunda B, Julio Fermín Leo Ollo , o la asistente internacional, Judith Romano. Nada pudieron hacer ante el vendaval rojillo. La marea roja resurgía. Vizcaya comenzaba con buen pie.
Después sería el turno para las Asociaciones de Lleida y de Zaragoza. Un choque disputado que acabó con victoria de los leridanos, que les llevaría a entrentarse en la final a la todopoderosa Vizcaya. Foto del trío arbitral junto a los capitanes de ambos conjuntos. Cara conocida por ejemplo en el equipo anfitrión, con Ignacio Bueno Grimal a la cabeza. También jugaron otros nombres importantes, como Carlos Clos Gómez, árbitro internacional, y su asistentes, Juan José Galledo Galindo. El árbitro del partido es Dionisio Martínez, y asistido por Daniel Cabrerizo y nuestro compañero Villate Martínez.
Gracias a las magníficas instalaciones donde se disputó el torneo, los participantes pudieron disfrutar de unos estupendos baños para combatir el calor sofocante. En la primera que se ve, se bañan algunos miembros de la expedición vizcaína.
Poco después, la primera cena de hermanamiento entre equipos, celebrada en las mismas instalaciones. En la imagen se puede observar a miembros de todas ellas. Sería el preludio de una fiesta que se extendería durante la noche, pese a que a la mañana siguiente se disputaba la final. Había tiempo para todo. Eso sí, de lo que pasó a la noche no comentaremos por encontrarnos en horario infantil. xD
Amanecía el domingo con más calor que en la jornada anterior. El partido por el campeonato se disputaba a una de las peores horas del día: las 12 del mediodía. Eso, unido al retraso del partido por el tercer puesto, hizo que a las horas de más calor se estuviera disputando el encuentro. Eso sí, la marea roja (aunque se jugó de azul por no poder limpiar las camisetas) iba muy mentalizada de lo que tenía que hacer.
Algunas fotos de la final:
Calentamiento...
Lance del partido...
El banquillo, con gente muy preparada, como el amigo Koldo con su crema solar...
El árbitro del encuentro, Ricardo Segura García, del comité catalán. El asistente que se ve detrás es Jaume Reverté.
Trabajo de los masajistas en el descanso... (Había que cuidar a la estrella, Aitor Santos, que sería nombrado después MVP del torneo)
Celebrando un tanto...
Saludándose con el rival...
Finalmente el resultado fue de 6-4 para Vizcaya, por lo que reeditó el título cosechado el año anterior en Lleida. Un gran encuentro condicionado por el calor asfixiante, ya que estábamos casi ante 40º. Después vendría la celebración, otro bañito en el agua y... la comida de confraternización. Cabe destacar que lo peor del campeonato se vivió aquí, ya que en un restaurante-sauna tuvimos que soportar una ceremonia de clausura, en lo que a entrega de trofeos se refiere, demasiado extensa.
Se daba por concluido un buen fin de semana, marcado por la unión de diversos colectivos arbitrales de distintas provincias, y protagonizado siempre por el gran ambiente festivo. Pocas veces se convive con los compañeros del silbato, y desde luego, que cosas como estas merecen la pena en este tan difícil trabajo como es el arbitraje. Repetiremos. Se nos hizo corto, pero no quedaba otra que volver a casa.
Para finalizar, una foto de la expedición vizcaína al completo en el terreno de juego.
¡Buenas vacaciones!
3 comentarios:
Que bien os lo tuvísteis que pasar ;)
En Andalucía tenemos algo muy parecido el 11 y 12 de Julio, yo voy como árbitro, y todos los demás como jugadores, la que me espera... jaja
Sí, la verdad que lo pasamos bien. Lástima que sólo fueran dos días. Bueno, y ni eso, unas 30 horas desde que llegamos hasta que nos fuimos.
Mucha suerte Gabri en ese torneo, que yo he pitado partido entre árbitros, y desde luego que es un suplicio, jeje.
Sensacional reportaje Señor. Ni yo, que estuve allí, lo hubiese descrito mejor. Felicidades y corroborar todo lo que has dicho: lo hemos pasado genial y esperemos que podamos hacer muchas más de éstas
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