martes, 16 de junio de 2009

Me gustan los martes

ConfeCup

Disputada la primera jornada de la Copa Confederaciones podemos hacer ya algunas afirmaciones. La más clara, que los grupos están altamente descompensados. La presencia del anfitrión en el Grupo A hace que todas las cenicientas se junten allí con ellos y España, quedando para el otro grupo las selecciones más potentes. Esto desembocó en dos partidos insulsos el domingo, y dos más apasionantes ayer.

La selección española casi no tuvo que sudar para imponerse a la débil Nueva Zelanda. Sabíamos que sería una perita en dulce para la roja, pero no creíamos que a 20 minutos Torres ya llevaría un hat trick. Unas horas antes, Sudáfrica e Irak habían empatado a nada en el partido inaugural.

Son tres selecciones muy inferiores a España, que lucharán por ese segundo puesto. Parece que se lo están intentando poner fácil a Sudáfrica, para que al menos llegue a semifinales ante su público. Por cierto, hablando de afición, los estadios están presentando un aspecto bastante desolador. Evidentemente el Mundial tiene mucho más tirón que esta Copa, sin embargo, no da muy buena imagen. Seguramente que los 100 euros de las entradas influyan en el público africano.

Ayer la cosa cambió y vimos un par de partidos de notable interés. Yo los vi a ratos y, la verdad que no defraudaron. Dos rivales de renombre, como son Brasil e Italia, ante otras dos selecciones que portan más nivel que las del grupo A, como son Egipto y Estados Unidos, respectivamente.

Los egipcios se quejan del gol que supuso su derrota, llegado tras un penalty señalado por el inglés Howard Webb (y no holandés como decía el de Tele 5). Acusan al árbitro de ayudarse de la tecnología para penalizar la acción. Esto es, que mientras el defensa africano hacía el paripé de que le dolía el balonazo, el cuarto árbitro aprovechó para ver la jugada en la televisión e informar al árbitro. No sé si habrá sido así, pero el caso es que acertaron claramente.

No acabó ahí la polémica arbitral, ya que en el segundo partido el chileno Pablo Pozo tuvo bastante trabajo. Un gol anulado por fuera de juego, una expulsión por una patada, y un penalty. Yo casi estoy de acuerdo en todo con el colegiado. Penalty me parece, aunque el americano exagere, la roja es sacable, por una entrada a la rodilla, pero el fuera de juego me crea dudas. No sé si Camoranesi interfiere lo suficiente en el adversario que acaba metiéndose el gol en propia puerta. Yo si hubiera estado en la banda, habría aguantado algo más el banderín abajo.

Dos arbitrajes que al menos, fueron mejores que el que nos mostró Coffi Codja en el partido de España. Menos mal que el encuentro no tuvo nada, porque el de Benin es bastante flojito. Es el nivel que hay, y es lo que tienen estos torneos.En la banda, un asistente de Togo que levantó todo y más, y muchas veces mal. El resultado era cómodo, pero, ¿y si hubiera sido un 0-0 como aquel fatídico día del Mundial de Corea? Érase una vez un egipcio...

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