Concluida una nueva jornada liguera con muchos goles conseguidos. Un Barça líder con 5 puntos de ventaja pero con un partido más, ese que jugó el miércoles en Xerez. Le sigue un Real Madrid que sigue ofreciendo dudas, en esta ocasión ante un Almería batallador. Y la principal alternativa, el Sevilla, volvió a dejarse dos puntos en casa, como ya ocurriese ante el Málaga, en esta ocasión ante el Valladolid. Además, dos goleadas, la del Mallorca al Zaragoza y la del Racing al Espanyol en Cornellá. ¿Y los árbitros?
Jornada con cositas, la verdad. No ha sido escandalosa pero si nos paramos unos minutos a analizar lo que acaeció la jornada en Primera División. El sábado jugaron los equipos que esta semana tienen Champions League, esto es, Barça, Madrid, Atlético y Sevilla. De todos ellos, el partido que más miga tuvo fue el del Bernabéu, con arbitraje del catalán Estrada Fernández. Principalmente destacar tres jugadas.
Se pitó un penalty a Cristiano Ronaldo cometido por Alves que no era, ya que el guardamenta almeriense toca el balón. Especialmente grave la decisión ya que fue el 3-2, aunque cierto es que el equipo blanco aún tenía tiempo para remontar. Sin embargo, Estrada no señaló un posible al propio Cristiano, por un agarrón. Luego, falto de protagonismo, el portugués decidió autoexpulsarse, primero tras quitarse la camiseta para celebrar un golazo, uno de esos que casi nunca se consigue, a puerta vacía, y después, tras una patada sin balón.
No obstante, el debut de este año de Pérez Lasa, que volvía tras una lesión, se saldó con dos expulsiones. Keita, del Xerez, por doble amonestación, la segunda cuando ya había sido sustituído, y Domínguez, del Atlético, también por dos amarillas. Correcto el guipuzcoano.
Ya el domingo más partidos y más jugadas. Delgado Ferreiro indicó bien una pena máxima a favor del Racing, por zancadilla. Ramírez Domínguez también acertó al pitar penalty y expulsión a Cani, por ocasión manifiesta de gol. Y para cerrar la jornada, un nuevo encuentro con polémica de Rubinos Pérez. Para mí, desacertado. Señaló un penalty a favor del Athletic, justito. Expulsó a Koikili por doble amarilla, siendo la segunda... justita. Dos acciones que sí, hay contacto, pero quizás no lo suficiente.
Es lo de siempre, que los jugadores a la mínima se dejan caer, protestan, y un árbitro que tiene que decidir al instante pues... duda. Y no me refiero exclusivamente a los del Valencia y a los del Athletic eh. Es una reflexión que ahora me surge, ya que creo que los tramposos deberían ser castigados socialmente. Sin embargo, es más fácil que la culpa recaiga sobre el colegiado de la contienda. Maldita resignación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario