martes, 2 de febrero de 2010

Me gustan los martes

Reincidentes

Antes ojeando la prensa digital deportiva he encontrado la noticia de que Ronaldinho ha estado tres días seguidos de fiesta tras su último partido, el Milán - Inter de Milán. Se puede ver aquí. Esto viene a cuento por el debate que se está teniendo estos días sobre el caso GUTI. Que si selección, que si no...

Me explico. A lo que me refiero con esta noticia es que, en Italia, están diciendo que ha vuelto el mejor Ronaldinho, casi el que se vio en el Barça, y que está maravilloso. La verdad que no sigo el Calcio italiano, pero me lo creo. Si dicen que ha hecho partidos buenos, será verdad. El caso es que en Barcelona también estuvo estupendo, hasta que empezó a irse de fiesta más de la cuenta. Se controló en sus comienzos en el país transalpino... y por lo que se ve, vuelta a las andadas.

Yo estoy de acuerdo en que los jugadores se diviertan, al fin y al cabo son jóvenes, pero el sueldo que cobran les hace tener una todavía mayor obligación de responsabilidad. Si tú te das un voltio nocturno, y luego rindes en el campo igualmente, de acuerdo, pero no suele ser así. Si tus horas de descanso no son las adecuadas, luego eso repercute en el trabajo.

Decía Guti, con quien comenzábamos la entrada, que él se veía saliendo ahora, no dentro de un montón de años. Pues sí, cierto es, pero eso le hace ser un futbolista más, cuando podía haber destacado notablemente. La "eterna promesa" que dicen. Y ahora, hace un taconazo de la leche, y vuelve a ser un crack. Que José María Gutiérrez tiene calidad no lo discute nadie, pero sus causas extradeportivas se imponen a las del terreno de juego.

Por lo tanto, Guti tiene a su favor que, si está centrado como debería estarlo en un Mundial, siempre puede sacar a España de un apuro, con un pase de esos imposibles en los últimos instantes de un partido. El tema es que este jugador no tiene continuidad, y que tiene más escándalos extradeportivos, con directiva, entrenadores, prensa, etc., que lucidez futbolística.

Y otro problema es, ¿a quién quita para meter a Guti el señor Vicente Del Bosque? De momento, lo que sí sabemos es que la puerta sigue entreabierta.

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