Jornada en la que todo sigue igual por arriba y se aprieta un poco por abajo, con el Valladolid como clafro beneficiado. El conjunto entrenado por el barakaldés Javier Clemente todavía no ha perdido con él en el banquillo. Veremos si no ha llegado tarde.
Respecto a la labor arbitral hay que destacar las dificultades que están teniendo con los últimso rivales de Real Madrid y Barcelona. Llegamos a un momento de la temporada en el que todos los equipos se juegan mucho, e infringen mayor agresividad en su juego. Agresividad mal entendida en muchas ocasiones, porque creo que tanto blancos como azulgrana están sufriendo una excesiva dureza de sus rivales. Ocurrió esta semana con Xerez y Zaragoza, pero también pasó por ejemplo la pasada semana con el Espanyol.
En los partidos del sábado estuvieron tanto madrileños como catalanes. Los líderes de la liga se enfrentaron al colista, el Xerez, con arbitraje de Muñiz Fernández. El asturiano expulsó a dos jugadores visitantes en los últimos diez minutos por sendas patadas a Messi y a Bojan. En ambas no había balón a distancia de ser jugada. También podría haber anulado Muñiz el primer gol del Barça, de Jeffren, por posible mano en el control. De todos modos es un resbalón, por lo que pudo entender que fue involuntaria.
En la Romareda se enfrentó el Zaragoza al Real Madrid. Undiano Mallenco expulsó por agresión a Matteo Contini, defensa italiano que está en camino de convertirse en un nuevo Marco Materazzi. Propinó un codazo a Higuaín por el que fue expulsado, pero pudo irse antes por una acción similar a Cristiano Ronaldo. El árbitro navarro también pudo haber pitado penalty por un agarrón de Sergio Ramos a Colunga, aunque fue mínimo.
También jugada comprometida en el Valencia - Deportivo, con acierto pleno de David Fernández Borbalán. Vio bien la mano de Ze Castro dentro del área, en la jugada que supuso el único gol del encuentro anotado por Villa. Dudas en la sanción disciplinaria, ya que algunos consideran que pudo suponer la roja por ser una jugada en la que corta un tiro que se dirigía a portería.
Ajetreo también en el partido que cerró el domingo, el Getafe - Sevilla. Disfrutarían los asistentes al Coliseum, con un 4-3 apasionante, y con la victoria en el último minuto y de penalty. Acierta totalmente Clos Gómez porque la zancadilla existe.
En el Sporting - Valladolid Pérez Lasa expulsó en la misma jugada a dos jugadores, uno por bando. Un pequeño encontronazo entre Maldonado y Del Honor acabó con ambos en la ducha antes de tiempo. Quizás algo excesivo, no veo una agresión, pero el colegiado vasco está muy cerca y se lo dejo a su criterio.
Y en el Ono Stadi se vivió un incidente insólito. Estamos más que acostumbrados a pequeños piques entre contrarios, pero en Mallorca se vio uno entre dos compañeros. Keita y Aduriz se enzarzaron. Mejuto González no señaló nada. Y hay que decir que ambos jugadores podrían ser expulsados por esa acción. Ya ocurrió en la liga inglesa hace algunas temporadas, que dos jugadores del mismo equipo se pegaron y se fueron para la caseta. También sucedió un hecho similar en Segunda División, en el Villarreal "B" - Celta de Vigo. En este caso fue el portero quien se fue a por un compañero tras encajar un gol, y aquí sí fue amonestado por el colegiado.
Y un último apunte del partido que cierra la jornada, el del lunes. En el Osasuna - Athletic se vio en el primer tiempo un manotazo de Amorebieta a Aranda. Parece que está muy de moda el soltar los codos, con el comentado del Zaragoza, el ya famoso de Cristiano Ronaldo, el de Reyes en la Romareda, y muchos más. Es una jugada complicada, que afea bastante el juego. Para los árbitros máxima difucultad. ¿Agrede? ¿Roja? ¿Amarilla por conducta antideportiva? ¿Falta simplemente? ¿Dejar seguir? ¿Intencionalidad?
El miércoles... más fútbol. Espera un apasionante Barça - Inter de Milán, con el belga Frank De Bleeckere al silbato. Un árbitro de garantías tras la polémica suscitada en la ida con el arbitraje del portugués Benquerenca.
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