No hubo Iniestazo
No pudo ser. Este año no hubo Iniestazo. El Barça no pudo clasificarse para la final de la UEFA Champions League, ya que pese a ganar en su estadio por 1-0 se queda fuera del gran partido. Pierde finalmente 3-2 en el global de la eliminatoria, si sumamos el 3-1 de la ida. Y eso que la cosa, en cuanto a ambiente, empezó bien.
El Fútbol Club Barcelona no ha demostrado en toda la eliminatoria ser el mejor equipo del mundo. Y puede pasar, y no es muy descabellado, que de 6 títulos pase a ganar... ninguno. El Real Madrid acecha, no se descuelga, y a los culés les quedan un par de partidos fuera de casa, ante Villarreal y Sevilla, muy complicados. Por tanto, a esta eliminación se le puede unir un traspiés este sábado en el Madrigal.
Parece que los catalanes están con la lengua fuera desde hace semanas. No se les ve con la chispa de otras veces, y los contrarios ya les van pillando el tranquillo. Una presión muy aguerrida y mucha preparación táctica, muy asentados, para ahogar las ideas azulgranas. El Inter lo ha vuelto a hacer, con un juego ramplón y ultradefensivo, ha conseguido llegar a la final. Quizás hoy no haya tenido ni una sola ocasión, pero el resultado es la clasificación.
El Inter de Milán, como ya hizo en la ida, ha vuelto a ser inferior al Barça, pero ha demostrado ser más efectivo. Los italianos iban en autobús por la carretera, con un Ferrari pisándoles los talones, pero sin gasolina. Han estado perfectamente comandados por un José Mourinho que ha vuelto a demostrar que es impresentable. Igual que hay que saber perder, también hay que saber ganar.
Y en este partido de vuelta yo también hablaría del colegiado, el belga Frank De Bleeckere. Que conste que lo dejo para el último punto porque creo que el Barça tampoco ha hecho demasiados méritos para pasar, pero si hubiera tenido suerte con los árbitros, yo creo que estaría en la final. En el día de hoy el belga ha vuelto a tener, a mi juicio, dos jugadas desafortunadas para los intereses locales. Primero se come un penalty de Samuel a Ibrahímovic, que como ya pasó con Zigic en el Calderón en la Europa League, ha acabado con la camiseta rota. Después anularía un gol a Bojan por una supuesta mano de Yaya Touré, cuando para mí el balón le da en la tripa. Sí creo que acierta tanto en la roja, para mí es justa la doble amarilla de Motta (aunque en la TV no he visto la segunda amarilla), como en el gol de Piqué, ya que hay un jugador en el lateral izquierdo que está en línea.
Si a esto le añadimos las decisiones de Olegario Benquerença en la ida, que no pitó un penalty a Alves, acompañado de una inmerecida amarilla, de un penalty a Piqué, y de un fuera de juego no pitado en el gol de Milito, la repercusión arbitral en la eliminatoria es notable.
Ha habido mala suerte en este aspecto, pero sólo cabe decir que es lo que hay, son humanos, y que esperemos que en la Liga no ocurra lo mismo. También esperamos que la suerte cambie en Anfield, y que sea el Atlético de Madrid quien se clasifique.
Hoy, no pudo ser, pero esto sigue siendo un deporte y hay otros aspectos de la vida que compensan estos malos ratos. Eso es lo verdaderamente importante.
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