Me gustan los martes

¿Mejor jugador del mundo en el City?

Si cuando digo yo que no soy el único que deja todo para el último momento, no me falta razón. Ayer, último día para fichar, hubo un frenético trajín de jugadores, nombres, ofertas, negativas... y por supuesto de faxes y contratos. De todo lo acontecido en la jornada de ayer, el Real Madrid acaparó el mayor protagonismo, sobre todo, con dos nombres: Robinho y Villa.

El caso del primero de ellos ha sido sonadísimo en los últimos días. Robinho no ha parado de manifestar claramente sus intenciones de abandonar el Real Madrid. Pero como suele ocurrir en estos casos, le han perdido las formas. Imagino que antes de llegar al extremo de anunciar a bombo y platillo que quería partir, habrá agotado las demás vías.

El brasileño afirmó en una entrevista a la Agencia EFE que su intención era abandonar el club blanco porque se quería convertir en el mejor jugador del mundo, algo que según él no conseguiría en Chamartín. No se cansó de hablar de sus objetivos, ya que mencionó varias veces dicha palabra. Pues bien, intentar conseguirlo en el Chelsea, vale, pero en el Manchester City, vosotros me diréis.

Digo yo que todo el mundo futbolístico se ha enterado que Robinho se marcha finalmente al City por 42 millones de euros, lo cual hace sacar al Real Madrid una buena tajada económica pero que pone de manifiesto que el jugador simplemente lo que quería era irse. Ramón Calderón afirmó ayer en "El Larguero" que se había convertido el problema en uno de índole psicológico, ya que incluso el brasileño le había telefoneado llorando pidiéndole que le dejara ir.

Como opinión personal he de decir que creo que dos razones principales han desatado todo este frenesí. Por un lado, en apoyo al jugador, creo que se ha podido sentir mal con todo el tema de Cristiano Ronaldo. Siempre se ha dicho que a su llegada se prescindiría de Robinho, y muchas veces ha sonado como moneda de cambio. Es por ello que se pueda sentir dolido. Pero por otro lado, creo que ha podido ser una víctima del mercado, y su representante, Wagner Ribeiro, le ha sabido convencer y manejar para que buscase una salida. Hay que recordar que los managers se llevan buena tajadita con cada transacción.

Finalmente, lo único que se puede sacar en claro es que Robinho ya no es jugador del Real Madrid, que se va a jugar una liga de lo más atractiva, pero en un club de inferior categoría, que no ha ganado un torneo importante desde hace más de 30 años. Ahora, cierto es que ha conseguido lo que él quería, pero levantando más polvareda de la que hubiera resultado oportuna. Es por ello que las formas le han podido.

Y respecto al otro nombre, el de Villa, se dice que ayer se realizó una última oferta de 55 millones de euros por él, según afirma el Valencia Club de Fútbol. Pero esto viene al caso para hablar de la imagen, dañada dicen todos, que le ha quedado al Real Madrid tras varios intentos fallidos de fichajes.

Le he escuchado varias veces al presidente blanco decir que "si no se ha fichado a ciertos jugadores -como por ejemplo Cazorla- ha sido por no hacer una faena a un club amigo". Creo que es una gran mentira, ya que si sería así no hubiesen intentado nada.

El problema ha sido que el Madrid se ha centrado mucho en la operación de Cristiano Ronaldo, y lo que no esperaban era que el portugués se hiciera tanto de rogar para al final decir que no. Claro, le ha quedado menos tiempo para otras operaciones y al final se ha encontrado con un solo fichaje, varios intentos fallidos, una imagen algo perjudicada, y quien sabe si una plantilla debilitada para afrontar varias competiciones. Algunas cosas se pueden afirmar, pero esto último, como la mayoría de las veces en la vida, requiere del paso del tiempo para saberlo.

P.D.: Comentaba en la Crónica que era de investigar cuanto tiempo hacía que Real Madrid y Barcelona no perdían a la vez. Pues bien, la última vez que ambos clubes cayeron derrotados en la primera jornada de Liga ocurrió en la temporada 39-40, cuando los blancos perdieron 1-0 ante el Sevilla y los azulgranas 0-1 en un derby ante el Espanyol.