- "Estoy muy disgustado y, sobre todo, muy preocupado por los arbitrajes que estamos recibiendo. Me están preocupando de verdad. No sé qué está pasando pero no quiero rajar demasiado. Sea como sea, tenemos razones para estar preocupados".
- "Alguien no quiere que ganemos la tercera Liga consecutiva".
Quizás sean las frases más significativas que el señor Pedja Mijatovic ha comentadado en los dos días anteriores a algunos medios de comunicación, concretamente Canal + y Real Madrid TV. Y a mí, personalmente, me causan risa.
No creo que nadie del mundo futbolístico, exceptuando madridistas, esté de acuerdo con el director deportivo blanco. Con sus palabras, lo único que puede crear es antipatía. Si soy sincero en mí ya existía, hacia su figura y sobre todo, hacia la de Schuster.
Nadie, y digo nadie, se puede quejar de los árbitros, ni de supuestas corrupciones o manos negras hacia una dirección determinada. Los colegiados lo intentan hacer lo mejor posible, pero como todo el mundo sabe, es imposible que no se equivoquen. Y unas veces lo hacen hacia un lado, y otras hacia el otro. Unas veces te perjudican, pero en otras, te benefician.
Ya ayer analizaba las jugadas polémicas del Real Madrid - Athletic, y creo que los bilbaínos tienen también toda la razón del mundo en sus quejas, ya que básicamente en lo único que se equivocó Álvarez Izquierdo en contra del Madrid es en el gol anulado a Higuaín.
Otras de las noticias que he leído hoy ha sido que Gilardino, jugador italiano, ha sido sancionado con dos partidos por meter un gol con la mano de forma deliberada. Totalmente de acuerdo. Eso se debería hacer aquí también, y acabar de una vez por todas con los tramposos. Y no solamente en este tipo de jugadas, sino también con los que fingen de forma ostensible.
Por tanto, creo que hay que dejar en paz a los árbitros, que cada vez hay menos, y dejarles que trabajen. Nuevamente he oído críticas sobre el nivel de los colegiados españoles. Repetimos: están considerados de los mejores del mundo. Cada uno que se dedique a mejorar lo suyo, y dejar que el resto pueda obrar con suficiencia. y Sobre todo a este sector, hay que apoyarles, que siempre van en el polo opuesto de lo que reza la canción del Liverpool: "Siempre caminan solos".
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