Me gustan los martes

¡Frío!

¡Hola! Bienvenido a la nevera señor colegiado.
Aquí está su nuevo habitáculo para las próximas semanas. Si quiere invitar a más colegas, nos lo comunica y les hacemos un hueco. Esperemos que se sienta como en su propia casa.
¡Páselo usted muy bien en estos días de asueto!


Pues sí, estamos locos. Esta mañana, en mi rueda de lectura por los diversos periódicos digitales he encontrado una noticia en nuestro querido Diario MARCA en el que se lamentan de que Pérez Lasa no vaya a la nevera por su actuación en el Barça-Numancia. No lo dicen explícitamente, pero lo llevan pidiendo desde el sábado a las 23.50 más o menos, justo cuando acabó el partido.

Los medios de comunicación y la mayoría de los aficionados al fútbol han entrado en la dinámica de pedir y pedir castigo para los colegiados por sus actuaciones en los partidos. Es darle vueltas siempre a lo mismo, pero por el mismo motivo, errar humanamente, se debería sancionar también a los jugadores.

Estoy de acuerdo que un árbitro descanse si comete un error por hacer mal su trabajo, en el sentido de que no dirija encuentros porque no pase las pruebas físicas, o se quede en casa por haber dado una patada al reglamento en forma de error en el campo. Es correcto.

Sobre lo que no estoy de acuerdo es sobre medir a los árbitros después de los partidos sentados tranquilamente y viendo vídeos. El árbitro decide en milésimas de segundo y no tiene ningún apoyo prácticamente, ya que tiene a miles de personas haciéndole la vida imposible. Y ahora, todos tienen a millones mirándoles con lupa, pocos instantes antes de solicitar castigo para ellos.

Ya hemos llegado a ese momento de la temporada en el que los árbitros están en entredicho, y siempre poniendo por los suelos la fama de los colegiados españoles, cuando suelen tener un nivel bastante óptimo. Es indignante la crítica que la mayoría de la gente hace de ellos sin ni siquiera ponerse en su pellejo. Es normal que se diga, ha fallado en esto y en esto, pero no que se les tache de ladrones, delincuentes, y personas despreciables. Es lamentable.

Creo que me voy a detener en este momento de calentura, ya que he mostrado suficiéntemente mi opinión al respecto. Sé que no vale para nada, y que los medios seguirán con sus artículos condenadores hacia los árbitros, que son personas igual que ellos. Como ya he dicho en otras ocasiones, desde mi humilde posición de bloguero, mando un apoyo a todos ellos.