Es inevitable. En el fútbol existe la figura del árbitro, totalmente necesaria, pero que es el encargado de decidir y por eso es él el que se equivoca. ¿Y a qué viene esta reflexión tan obvia? Pues a que si en el Francia - Irlanda hubo una terrible tormenta por una decisión del sueco Hansson, en esta vuelta a la Liga ha habido varios partidos en los que el colegiado de turno se ha ganado su sueldo (haya fallado o acertado).
El sábado jugaban los equipos Champions, y hubo tema. Terrible enfado del Atlético de Madrid en Riazor, tras señalar un penalty en el 95 el andaluz Paradas Romero. Se puede protestar, ya que es una jugada que decide el partido y en un minuto en el que no hay capacidad de reacción. Pero lo que no entiendo es las formas de los jugadores colchoneros. Se aprecian muchos nervios para ser la jornada 11. Y si no observad cómo se puso el Kun Agüero, que tuvo que ser callado por su propio técnico. Y todo a raíz de una jugada en la que se señala pena máxima de forma correcta. Y diría que el penalty es claro. Se pitó otro, pero se volvió atrás en su decisión el andaluz a instancias de su auxiliar, ya que había fuera de juego previo.
Después jugó el Real Madrid ante el Racing, con una actuación desafortunada del mítico asistente Giráldez Carrasco. Ahora ayuda en sus partidos a Ramírez Domínguez, aunque en esta ocasión le perjudicó. En la primera de las jugadas, no se señaló un penalty cometido sobre Benzema. También es jugada del árbitro, pero la posición del asistente era buena. Después, este mismo juez de línea, anuló un gol legal al Racing por fuera de juego. Grave error que no cometió el otro asistente que anuló bien un buen remate de Benzema que acabó dentro.
Ya para el domingo también partidos con cositas. El encuentro que cerró la jornada, el Osasuna - Valencia, acabó con dos expulsiones. Correcto Velasco Carballo, mostrando una roja clara a Flaño por una dura patada. Denunciable en este encuentro además la agresión al asistente número 2. Solamente fue un bocadillazo, pudo continuar, pero es denunciable totalmente este hecho.
Otras dos rojas mostró Rubinos Pérez en en Málaga - Zaragoza muy disputado y muy bronco. Bien ambas expulsiones, e incluso pudo haber alguna más, como a Apoño por un escupitajo a Herrera. Lo que sí fue error del madrileño fue el penalty señalado a favor de los maños, ya que el jugador visitante se deja caer engañando al colegiado... y a todos los aficionados al fútbol.
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