Me gustan los martes

El delegado arbitral


Parece que ya es fija la noticia, o por lo menos eso dicen en la web oficial del Real Madrid (ver aquí). (Destacable el segundo párrafo de la información en el que se dan algunos datos erróneos). Carlos Megía Dávila, nacido en Madrid el 7 de julio de 1966 se ha convertido en el último fichaje del equipo blanco. Este no ha sido millonario, pero seguro que buscarán su rentabilidad.

Se trata de un fichaje que pretende fomentar la profesionalidad de todos los departamentos con los que cuenta el club de Chamartín. Y según palabras del director deportivo, Jorge Valdano, Carlos Megía es el idóneo para desarrollar esta función. En palabras a Canal + en el programa "El Día Después", Valdano afirmó que continúan fichando "a los mejores para cada puesto". Sus funciones serán la de acompañar a los árbitros que dirijan encuentros en el Santiago Bernabéu, asesorar al club en cualquier tema de arbitraje, y aleccionar a la cantera blanca sobre reglamento y aspectos relacionados con el mundo del silbato.

Megía Dávila dirigió su primer partido en la máxima categoría el 10 de septiembre de 1995, entre los equipos de Valencia y Valladolid. Fue árbitro internacional hasta hace bien poco, donde ha dirigido encuentros tanto de Intertoto, como de UEFA, como de Champions League. Los últimos meses han sido de gran batalla para el madrileño, ya que diversos problemas físicos le han impedido superar las pruebas físicas obligatorias para poder desarrollar su cargo. En este último caso aquejado de una lumbalgia.

Y si en Mestalla fue su debut, algo que seguro recuerda, tampoco se habrá olvidado del mal trago que tuvo que pasar allí junto a su compañero Vicente Egido Rozas, en un partido de Copa del Rey entre Valencia y Deportivo de la Coruña. Aquel encuentro tuvo que ser suspendido tras el famoso monedazo al asistente lanzado desde la grada. Seguro, uno de sus peores momentos de su carrera. Mítico ya ese "nos vamos" que le espetó a Quique Sánchez Flores.

No es el primer equipo en contar con árbitros en sus filas. Xabier Losantos Omar pertenece al Athletic Club, Juan Ansuategui Roca trabaja para el Villarreal, o incluso, Cristobal Soria, el delegado del Sevilla, llegó a pitar en Tercera. Y ciertamente no me parece mal que se fiche a los árbitros para realizar estas funciones. Tiene que haber un nexo entre clubes y estamento y creo que ellos pueden serlo.

El problema en toda esta historia son las formas. Más, creo yo, que las acusaciones de algunos de que con Megía Dávila se favorecerá (más aún) al equipo blanco. Creo que no se debería haber filtrado nada hasta que el colegiado madrileño hubiera anunciado su retirada, porque la vinculación a un club cuando aún se es árbitro en activo creo que debería haberse evitado. Pese a todo, la decisión opino que ha sido acertada.

Por lo tanto, parece que nos deja uno de los colegiados más representativos de los últimos años. Admirado por esa valentía con el silbato, de pitar siempre lo que veía, y de ir a por todas en todo momento. Con sus fallos, evidentemente, pero nos deja un gran árbitro. Si se confirma, claro, ya que el CTA no ha oficializado nada. Por cierto, hablando del Comité Técnico de Árbitros, queda la duda de si dejaría la nómina de trencillas en 21 o ascendería al primer suplente de Segunda A, el cántabro José Antonio Teixeira Vitienes. ¿Tres cántabros en Primera? A mí me parecería mucho, aunque, si lo merecen...